Weingut Pichler-Krutzler

Elisabeth Pichler-Krutzler y Erich Krutzler crecieron con el vino y desempeñaron un papel importante en los negocios de sus padres durante muchos años, ella en Wachau y él en el sur de Burgenland. La viticultura estaba, por así decirlo, en su cuna. Así que la consecuencia lógica, casi natural, de su matrimonio fue su propia bodega. En 2007 empezaron con unas escasas 10.000 botellas, y hoy producen cada año unos 15 vinos diferentes de viñedos famosos como Supperin, Loibenberg, Kellerberg o Pfaffenberg en unas 14 hectáreas de viñedos.
En el paisaje natural y cultural único del Wachau, estos parajes -cultivados de forma sostenible y respetuosa con la naturaleza- producen vinos que hacen justicia a sus orígenes especiales en todos los sentidos: nada de disfrute rápido, sino que exigen atención y pasión.
en la bodega hay la menor intervención posible, porque se permite y no se hace. Al fin y al cabo, debe haber vinos con alma y carácter, que sean tan auténticos como dicta la naturaleza y que no persigan ninguna corriente popular. Los vinos de Pichler Krutzler son puros, sin adulterar y sin concesiones. Se vendimian y elaboran parcela por parcela. Como no se añade agua ni zumo, no se clarifican ni se utilizan aditivos, todos los vinos son completamente sin adornos y auténticos. Artesanía de alta calidad sin tendencias de moda.